Respirar por la nariz en Yoga: Una puerta hacia el equilibrio y la consciencia
5/22/20254 min read


En yoga, la respiración no es solo una función automática: es una práctica consciente que tiene el poder de transformar la experiencia física, mental y emocional. Una de las indicaciones más repetidas en clase es “respira por la nariz”. ¿Pero por qué es tan importante?
Beneficios fisiológicos de la respiración nasal
Filtración y protección del sistema respiratorio
Las fosas nasales están diseñadas para filtrar el aire gracias a los vellos y a la mucosa que recubre su interior. Esto atrapa partículas de polvo, bacterias y otros agentes contaminantes. Respirar por la boca, en cambio, permite que esos elementos lleguen directamente a los pulmones.Humidificación y calentamiento del aire
El aire inspirado por la nariz se humidifica y se calienta antes de llegar a los pulmones, lo que reduce el riesgo de irritación o infecciones. Esto es especialmente importante en climas fríos o secos.Mejora del intercambio gaseoso
Al respirar por la nariz se libera una pequeña cantidad de óxido nítrico (NO), una molécula que mejora la dilatación de los vasos sanguíneos en los pulmones y facilita una mejor oxigenación de la sangre.Mayor eficiencia respiratoria
La respiración nasal favorece una respiración diafragmática (abdominal), más profunda y completa, mientras que la respiración bucal tiende a ser más superficial (torácica), lo que puede provocar fatiga o ansiedad.
Beneficios psicológicos y energéticos
Activación del sistema nervioso parasimpático
La respiración lenta por la nariz estimula el nervio vago y activa el sistema parasimpático, que induce estados de relajación, descanso y digestión. Es una forma natural de calmar la mente y regular el estrés.Regulación emocional
Cuando respiramos de forma consciente por la nariz, reducimos la reactividad emocional. Nos sentimos más centrados, con mayor capacidad de observación y menos impulsividad.Canales energéticos y prana
Según el yoga, por cada fosa nasal circula prana (energía vital). La fosa nasal izquierda se asocia a ida nadi (energía lunar, calmante), y la derecha a pingala nadi (energía solar, activa). Respirar por la nariz ayuda a equilibrar estos canales y a armonizar nuestra energía interna.Acceso a estados meditativos
La atención a la respiración nasal es una puerta directa a la meditación. El suave roce del aire en las fosas nasales nos ancla al presente y nos ayuda a entrar en un estado de observación consciente, esencial en yoga y mindfulness.
Aplicaciones prácticas en la práctica de yoga
En las asanas: La respiración nasal nos ayuda a mantener el enfoque y a regular el esfuerzo físico. Por ejemplo, en posturas de equilibrio o en secuencias intensas como el Vinyasa, una respiración nasal estable nos mantiene conectados y seguros.
En pranayama: Muchas técnicas de control de la respiración (como Nadi Shodhana, Anuloma Viloma o Ujjayi) se basan exclusivamente en la respiración nasal para canalizar la energía vital de forma consciente.
Durante la relajación y el Yoga Nidra: Respirar por la nariz activa los centros de relajación profunda. Es una herramienta que ayuda a entrar en un estado de entrega total y regeneración.
¿Qué pasa si tengo la nariz congestionada?
Es una duda muy común. En esos casos, se recomienda:
Realizar lavados nasales con agua salina (neti).
Hacer ejercicios suaves de respiración nasal para ir despejando la vía aérea (como la respiración alterna sin retenciones).
Evitar forzar la respiración si hay una obstrucción severa; se puede adaptar la práctica y volver a la respiración nasal progresivamente.
Conclusión
Respirar por la nariz en yoga no es una norma arbitraria, sino una herramienta poderosa para cuidar el cuerpo, calmar la mente y cultivar la presencia. Es una práctica sencilla pero profundamente transformadora. La próxima vez que estés sobre el mat, simplemente observa el viaje del aire entrando y saliendo por tu nariz... y deja que esa respiración te guíe hacia dentro.
Ejercicio guiado: Respiración nasal consciente
Te invito a tomarte unos minutos para practicar este ejercicio. Puedes hacerlo sentado/a con la espalda erguida o tumbado/a en postura cómoda.
Prepara el cuerpo y la mente
Cierra suavemente los ojos y lleva tu atención hacia el interior. Relaja la mandíbula, los hombros y el abdomen. Deja que las manos reposen sobre las piernas o a los lados del cuerpo.Observa la respiración tal como es
Sin modificar nada, simplemente observa cómo el aire entra y sale por la nariz. Siente el roce del aire en las fosas nasales, el leve movimiento del cuerpo al respirar.Lleva la respiración al abdomen
Comienza a dirigir la respiración hacia la zona baja del vientre. Inhala por la nariz y permite que el abdomen se expanda como un globo. Exhala por la nariz y siente cómo el abdomen vuelve suavemente hacia dentro.Respira con ritmo y presencia
Inhala contando mentalmente hasta 4…
Exhala contando hasta 6…
(Puedes adaptar el conteo según tu capacidad, manteniendo la exhalación un poco más larga que la inhalación.)Mantente aquí 2 a 5 minutos
Permite que cada respiración sea una oportunidad para regresar a ti, para soltar, para habitar el cuerpo.Cierra la práctica
Suavemente deja ir el conteo y vuelve a una respiración natural. Toma conciencia del efecto que ha tenido esta respiración en ti: quizás más calma, más claridad, más conexión.
Abre los ojos despacio, sin prisa.
Esta práctica tan simple puede cambiar la calidad de tu día. Recuerda que siempre tienes la respiración como ancla, como refugio, como guía.
Namaste, Ketty